viernes, enero 15

TAROT DEL BOSQUE SECRETO

HISTORIA

El origen del Tarot del bosque secreto procede de diversas fuentes: los cuentos de hadas, duendes y gnomos que nuestras abuelas nos contaron cuando éramos niños, los seres elementales que según los magos y esoteristas de todas las épocas rigen los cuatro reinos de la naturaleza y los elementos que les corresponden y que se conocen como salamandras (los del Fuego), ondinas, sirenas (los del Agua), silfos (los del Aire) y duendes (los de la Tierra), y los espíritus de la naturaleza que habitan en cada ser vivo, piedra, árbol, flor, río, animal, etc. y que son la conciencia que habita cada una de las formas de nuestro mundo dotándola de poder. Sea cual sea el origen de esta iconografía, las sugerentes imágenes de este mazo de tarot nos inspiran y elevan nuestra alma hasta casi hacernos tocar la esencia misma de la naturaleza.
Este mazo está estructurado de igual forma que los tarot clásicos basados en el tarot Rider-Waite. Así pues, en los arcanos mayores encontraremos la Justicia con el número XI y la Fuerza con el número VIII. Los 56 arcanos menores están subdivididos en los cuatro palos clásicos, que incluyen las cuatro figuras de corte de cada palo.
Cuando miramos este mazo de cartas, el olor a musgo y tierra húmeda invade nuestros sentidos, mientras que una fresca brisa golpea suavemente nuestro rostro.







SIMBOLOGÍA DE LOS ARCANOS MAYORES


EL LOCO (0): Nos muestra a un joven y diminuto ser alado, cuyas alas de mariposa (símbolo del alma o la psique) ocupan casi por completo la parte superior del naipe. El elfo-mariposa luce sobre su cabeza una especie de casco con plumas blancas (fuerza ascensional y crecimiento vegetal) que se elevan por encima de él formando un enorme penacho. Con la mano derecha, sujeta una vara puntiaguda, como si fuera una jabalina, que pasa por detrás de su cuello (emerge así su conocimiento hacia los nuevos horizontes).









EL MAGO I: Nos presenta a un elfo alado de características andróginas, ya que su complexión masculina se contradice con el peinado femenino y los pechos que se adivinan bajo su maillot. Entre las manos se entrevé una guirnalda de estrellas apenas perceptibles y de su cabeza surge un haz de luz (símbolo de espiritualidad). El diminuto espíritu de la naturaleza se eleva por encima de una rama seca en forma de lemniscata (símbolo del infinito).











LA SACERDOTISA II: Es claramente del sexo femenino y viste una túnica de color terroso que cubre su diminuto cuerpo por completo, a excepción de los pies, el rostro y los brazos. Sobre su cabeza luce una enorme corona rematada por flores. En una mano sujeta un pergamino sobre el enorme tronco que le sirve de trono, mientras que con la otra sostiene un largo bastón rematado por una cruz. Sus alas se confunden con el color del bosque que rodea al personaje.











LA EMPERATRIZ III: Está representada por un elfo o hada de las flores de hermosas alas. Luce un elegante vestido largo y una aureola de luz enmarca su melena recogida. Con la mano derecha sujeta un cetro hecho con una rama rematada por una bola de luz. La misteriosa dama alada permanece sentada sobre una rama cuyo extremo reproduce las dos espirales de la energía (la condensadora y materializante, y la disolvente o espiritualizadora), el solve et coagula de los alquimistas.











EL EMPERADOR IV: Es un personaje barbudo, coronado y con tres pares de alas. El par de alas superior se parece a las que despliegan algunos escarabajos. Aparece sentado sobre una rama retorcida que recuerda a un antiguo báculo de pastor (símbolo de poder), cuyo extremo termina en una espiral que gira en el sentido de las agujas del reloj, que es el sentido en el que se mueve la energía para materializarse, lo cual remarca su poder material. Con la mano derecha sujeta un báculo idéntico al de la emperatriz.










EL PAPA V: Nos muestra una imagen de un anciano espíritu de la naturaleza de cabello y barba canosa, que ostenta una gran corona blanca de varios pisos y cuyas alas recuerdan a las de un insecto. El pequeño ser se mantiene de pie en equilibrio sobre una granada (símbolo de fecundidad y prosperidad) como si estuviera cabalgando, gracias al báculo papal que mantiene clavado en la fruta.











LOS ENAMORADOS VI: Vemos a una hermosa hada de piel clara y alas grandes y rojas parecidas a las de las mariposas (encarnación de lo espiritual). Este personaje parece ayudar a volar a un elfo vestido con un traje oscuro que cubre todo su cuerpo, a excepción del rostro (representación de lo material). Las alas del personaje masculino son de tonos oscuros. Ambos se elevan por encima de un grupo de flores o frutos silvestres (símbolo de la naturaleza).










 EL CARRO VII: Nos muestra un pequeño espíritu de la naturaleza o elfo con sus grandes alas extendidas. Se encuentra de pie sobre el caparazón de una especie de insecto que hace las veces de carro. El singular vehículo está tirado por dos insectos alados que el elfo domina gracias a sendas riendas.












LA FUERZA VIII: Está ocupada por una especie de escarabajo cornudo al que una frágil hada del bosque, con alas de mariposa, parece haber conseguido inmovilizar sujetándolo por los cuernos.














EL ERMITAÑO IX: Representa a un espíritu de la naturaleza con apariencia de anciano de larga barba blanca, y que viste un traje con alas que nos recuerda la morfología de algunos insectos. El diminuto ser permanece sentado sobre una rama seca, mientras observa absorto una bola de luz que sujeta en la mano. De la rama parece colgar un gusano de seda que está fabricando su capullo.











RUEDA DE LA FORTUNA X: Nos muestra la imagen de una gran flor silvestre de color rojo (materia), cuyos pétalos parecen formar una rueda (representación de lo cíclico). Sobre su corola aparece cómodamente sentada un hada de grandes y delicadas alas. A su derecha, un gusano parece descender hacia la tierra y, a su izquierda, cuelga de los pétalos una crisálida. La imagen en su conjunto es una evocación de los ciclos de transformación de la naturaleza.










LA JUSTICIA XI: Está encarnado por un espíritu de la naturaleza de apariencia andrógina (hermafrodita), que se mantiene flotando en el aire entre dos capullos de flor (símbolo de la dualidad) que surgen de una misma rama. El pequeño ser alado sostiene en alto una balanza y una espada, emblema clásico.












EL COLGADO XII: Representa a una delicada hada, con dos pares de alas, uno rojo y el otro de color oscuro, suspendida boca abajo. La imagen nos muestra la parte posterior del personaje, con su larga melena colgando y con un alfiler clavado entre sus alas superiores, como si se tratase de una mariposa de coleccionista. La posición de los brazos y de las piernas nos recuerda el símbolo del azufre alquímico y es la que suele presentar al colgado.










LA MUERTE XIII: Representa a un joven elfo de espaldas sustentado sobre una espesa maraña de ramas secas de espino. Sus alas reproducen las de la mariposa conocida con el nombre de "Acherontia atropos", o mariposa de la muerte, que recibe su nombre del dibujo en forma de calavera que se perfila entre sus alas superiores y que en esta arcano se ha exagerado. La imagen de esta mariposa ha sido profusamente utilizada tanto en el arte ("La mariposa calavera" de Dalí), como en el cine (Un perro andaluz, de Luis Buñuel). Esta mariposa suele representar a las fuerzas malignas sobrenaturales, o incluso a la muerte.








LA TEMPLANZA XIV: Está representada por un elfo femenino con el cuerpo desnudo y enormes alas transparentes que adquieren consistencia, volumen y un color más oscuro a medida que se expanden hacia el paisaje, apartándose del sonrosado cuerpo. El ser alado sostiene dos vasijas en las manos entre las que hace circular el agua de la vida.












EL DIABLO XV: Uno de los más temido entre los arcanos mayores, se ha escogido la imagen fantasmagórica de un ser mitad humano, mitad insecto, con cuatro patas (símbolo del asentamiento en la materia), dos alas y dos brazos que eleva sobre su cabeza en un acto de triunfo o dominio.












LA TORRE XVI: El paisaje boscoso está travesado por un rayo que atraviesa el follaje de un árbol, posiblemente un roble (árbol solar y simbolizan la fuerza y la majestad). El rayo, chispa de vida y fuego celeste, ha alcanzado a un espíritu femenino del bosque, que cae con las alas en llamas.













LA ESTRELLA XVII: Las siete estrellas del arcano clásico sustituidas por siete flores de jazmín (representa la esperanza y la sensualidad). Bajo ellas, una joven hada de piel nacarada y hermosas alas rojas (la pureza y lo material) derrama agua desde un gran jarro hasta una fuente circular (representación de la vida contenida por la perfección del espíritu). En el agua se forman círculos concéntricos (representa el movimiento de la energía).










LA LUNA XVIII: Nos muestra una escena nocturna en un bosque atávico. En él, y entre la espesura de las copas de los árboles, aparece una pálida luna llena que apenas ilumina a las dos figuras, una femenina y otra masculina (encarnación de las dos polaridades), que la observan mientras sus largas alas parecen colgar como una cola detrás de ellas. Entre los dos espíritus alados, vemos una gruesa raíz leñosa (símbolo de los ancestros).










EL SOL XIX: Nos muestra a dos seres alados o espíritus de la naturaleza, aunque en este caso se encuentran subidos sobre una roca y despliegan sus alas a ambos lados de la carta, para que toda la vitalidad de sus bellos colores (rojo y verde simbolizan la vitalidad y la regeneración) se expanda bajo la cegadora luz dorada (simboliza la sabiduría) del sol que domina el cielo.











EL JUICIO XX: Nos muestra a dos seres muy diferentes, un hada de blancas y luminosas alas, muy parecida a una mariposa que se eleva hacia lo alto, y un ser oscuro semejante a un insecto, que parece surgir de una enorme crisálida (lugar de la metamorfosis). Junto a esta última, en otra rama, vemos una segunda crisálida, de la que surge otro ser oscuro.












EL MUNDO XXI: Sobre una rosa (simboliza la perfección) de color rojo intenso (simboliza la vida y la fuerza), se alza una bella hada con dos pares de alas blancas y con el cabello recogido con una corona de flores rojas. A su alrededor vemos una guirnalda de verdes hojas (símbolo de la regeneración y crecimiento).