sábado, agosto 1

TAROT DE LA ATLÁNTIDA

HISTORIA

El tarot de la Atlántida mantiene la tradicional estructura de los tarots clásicos, que divide los naipes en dos grupos: los arcanos mayores, formados por 22 cartas con la numeración y los títulos tradicionales, y 56 arcanos menores, que se dividen en los cuatro palos clásicos. No obstante, estos últimos se relacionan con un tema concreto basado en el mito de la vida de los atlantes.
Así, las imágenes del palo de bastos están relacionadas con los ídolos y las piedras votivas. Las escenas de las copas se relacionan con las ánforas de las antiguas culturas del Mediterráneo. El palo de las espadas muestra las antiguas armas de los guerreros Shardana. En los oros se escenifican imágenes de las actividades mercantiles del mundo antiguo.
Desde que Platón, relató en el Timeo la historia de un continente perdido ubicado más allá de las Columnas de Hércules, la Atlántida ha encendido la imaginación de los hombres y has sido la base para sinfonías musicales, piezas teatrales, poesía, cine y toda una serie de metafísico-filosóficas que han impregnado tanto la imaginación como la mentalidad del hombre hasta nuestros días.
La leyenda habla de una civilización extremadamente avanzada, situada en una isla de clima templado, rica en materias primas y cuyos logros científicos le llevaron a la destrucción al provocar una serie de catástrofes naturales, erupciones volcánicas, terremotos, maremotos e incluso el impacto de un meteorito, hasta quedar sepultadas en el océano. Es el mito de la Atlántida el que una vez más ha conseguido excitar la imaginación del hombre e inspirarle para crear este tarot maravilloso.

SIMBOLOGÍA DE LOS ARCANOS MAYORES



EL LOCO (0): Nos muestra a un vate o poeta cantando sus rimas acompañado por la música de una especia de chirimía triple, mientras que un perro le muerde la capa. Detrás de él se levanta una fabulosa ciudad con templos y edificios blancos escalonados en forma de pirámide. También aparece la estatua de Hércules portador de una lira, símbolo de la armonía cósmica. El loco denota poder de la imaginación, inspiración, locura e inconsciencia.






EL MAGO I: Un hombre ataviado con una túnica que adopta la postura de un oferente, se alza frente a un pebetero del que se eleva el humo del incienso y en que aparece tallada la imagen de la Diosa Madre. El personaje aparece totalmente iluminado por el reflejo de la luz que se alza desde el pebetero, en contraste con la enorme sombra que parece proyectar sobre una pared, simbolizando quizás el poder de la luz y la oscuridad. El mago es el sacerdote: fuerza de voluntad, carisma, charlatanería y falta de escrúpulos.




LA SACERDOTISA II: Nos muestra la representación escultórica de una mujer madura de formas exageradamente voluminosas (alusión a la maternidad) que apoya las manos sobre dos carneros (poder de las fuerzas reproductoras de la naturaleza en sus dos polaridades). Se encuentra sentada sobre un pedestal de tres escalones (representación del poder creativo, tanto espiritual como material).






LA EMPERATRIZ III: Es una mujer de larga cabellera negra, adornada con un collar triangular (símbolo de poder trinitario) y que, al igual que Venus, sujeta una concha con la mano derecha mientras camina sobre las aguas del océano. La emperatriz es Antinea, reina de la Atlántida; atractivo, energías ocultas, dificultad para concluir un camino y confusión.






EL EMPERADOR IV: Nos muestra a Poseidón surge de las aguas embravecidas del océano. Posee una larga barba y el cabello cano (representación de lo puro y permanente); con la mano derecha sujeta un tridente, emblema de los dioses del mar. Las olas que levanta se estrellan contra un arrecife en el que podemos ver a un morueco, consagrado a Afrodita y a Dionisos, que simboliza el poder del instinto. Seguridad, protección, discrepancias con personas poderosas y arrogancia.





EL PAPA V: Es Melkart, el dios solar fenicio protector de los navegantes y mercaderes: Autoridad, capacidad de convicción, curación, pérdida de la fe y rencores. Nos muestra a un hombre anciano con una corona en forma de pétalos de loto (quizás una representación del chakra coronario) y sentado en un trono tallado en piedra en cuyos brazos está representada la efigie de la Diosa Madre. En la mano izquierda, a modo de cetro, porta una lanza, y frente a él una lámpara de pie cobija una llama.




LOS ENAMORADOS VI: Nos muestra a dos hombres de complexión atlética, con el torso desnudo, que practican la lucha libre. Los diferentes colores de la piel y de los cabellos indican que, posiblemente, pertenecen a dos razas distintas. Los enamorados son los luchadores (relaciones de amistad, pactos, superación de pruebas y discrepancias).






EL CARRO VII: Se ha sustituido el carro por un barco (símbolo de viaje), emprendido tanto por los vivos como por los muertos. Este cambio de vehículo no es de extrañar si pensamos que se trata del Tarot de la Atlántida, la isla mítica que se encontraba en medio del mar. El carro es la nave descubrimientos, evolución, recompensa inesperada, derrota y errores.






LA JUSTICIA VIII: Nos muestra a dos fornidos guerreros Shardana, a los que se reconoce por su característico casco con cuernos. Lucen peto protector a modo de coraza y escudo redondo, y empuñan una espada corta.
Parece que vigilan el mar por el que se acerca un navío con las velas desplegadas. Los Shardana pertenecen a los denominados pueblos del mar que protagonizaron numerosas batallas en las costas del Mediterráneo.
Confianza en la justicia, respeto por las jerarquías, carácter dócil y prejuicios.





EL ERMITAÑO IX: Está encarnado por un sabio anciano atlante que lleva en la mano una antorcha. A su alrededor, un grupo de hombres y mujeres escuchan con atención su sabia palabra. Detrás del grupo, vemos una gran pirámide, símbolo de la montaña primigenia, con sus cámaras interiores iluminadas. El ermitaño es el docto (energía espiritual, originalidad, soledad y esterilidad.







LA RUEDA X: Se ha utilizado una imagen idealizada de la isla principal de la Atlántida y su capital, Atlantis, según los indicios que Platón escribió en sus diálogos. Atlantis tiene cinco anillos de agua que la rodean y que se extienden por un fértil valle, en el centro del cual se eleva en piedra blanca una bella ciudad fortificada. Más allá aparece una cadena montañosa cuyo corazón es un volcán (símbolo de longevidad) .
La rueda es la ciudad (nuevas perspectivas, cambios, inestabilidad y beneficios efímeros.




LA FUERZA XI: Nos muestra a una joven amazona montada sobre un hermoso caballo blanco (símbolo del instinto sublimado y de la fecundidad). Con su arco apunta a un ciervo de gran cornamenta que se encuentra sobre un peñasco. A los pies del caballo discurre un arroyo (símbolo de vida). Esta escena se produce en otoño, época de recolección.
La fuerza es la amazona (autocontrol, inteligencia, capacidad de relacionarse con la naturaleza, ira y reacciones impulsivas).





EL COLGADO XII: La imagen del colgado ha sido totalmente alterada en este tarot. Nos muestra a un típico mercader de la época antigua. Sentado bajo una pértiga en la que aparecen colgadas pieles y abalorios, un hombre maduro expone sobre un tapiz multicolor y en la arena de una playa estatuillas de diosas minoicas, fenicias y egipcias; ánforas, instrumentos musicales, entre ellos un arpa, copas, unas balanzas y objetos varios de todo el Mediterráneo antiguo. En la mano sujeta una vara con el símbolo estilizado del caduceo. Detrás de él aparece un barco, el medio más habitual de la época para el transporte de mercancías.
Espíritu de sacrificio, amor por los bienes materiales, vínculos difíciles de romper y condicionamientos.


LA MUERTE XIII: Nos muestra a una mujer enlutada y llorosa, la viva imagen del dolor, sujetando en su regazo a un joven guerrero muerto, su hijo. Detrás de ellos, una pared medio en ruinas deja entrever la escultura de un grifo, guardián de tesoros que simboliza la fuerza y los obstáculos que se deben vencer. Junto al cadáver aparecen una espada corta y un casco de guerrero con cuernos.
La muerte es la madre (final de un ciclo, cambio traumático, incidentes, tristeza y enfermedad).




LA TEMPLANZA XIV: Nos muestra la llanura de Atlantis tal y como se describe el mito (los campos simbolizan el ser interior). La carta de la templanza es la llanura (adaptación, transformación feliz, tedio y fatiga no recompensada).









EL DIABLO XV: Es la representación de uno de los monstruos míticos más temidos de la Antigüedad, el Leviatán, la figura del caos primitivo que presidirá el fin del mundo. Aquí se nos presenta con tres cabezas y encadenado en las entrañas de la tierra, mientras parece que profiere terribles rugidos (simboliza lo sarcástico).
El diablo es el Leviatán (simboliza la fuerza, sugestión, perversión y atractivo malvado).






LA TORRE XVI: Nos muestra una fortificación amurallada y situada en el punto más alto de una montaña. La edificación posee seis torreones de defensa, representación simbólica de las defensas del alma humana. Sobre ella, está a punto de abatirse una gigantesca ola (símbolo de la vida y de la purificación), que va a engullirla. Mientras, en el cielo, la oscuridad de la tormenta es casi total pero se ve un mínimo de luz (simboliza la lucha).
Cuenta la leyenda de la Atlántida que en este paradisíaco continente se originó toda la ciencia, la cultura y el arte que posteriormente llegaría a extenderse e influir en las culturas de la cuenca del Mediterráneo. Una de estas ciencias originarias de la Atlántida fue la Astronomía.


LA ESTRELLA XVII: Nos muestra a un hombre sabio mirando al cielo estrellado, mientras mide el ángulo de los astros con un compás, emblema de la ciencia. A su lado aparece un cofre repleto de rollos, representación de la sabiduría, y una lámpara de cristal (símbolo de iluminación). A sus pies se extiende una ciudad y el océano.
La estrella es el astrónomo y simbolizan las ideas nuevas, intuiciones propicias, dotes espirituales, confusión, depresión y sentimiento de impotencia.






LA LUNA XVIII: Nos muestra una pequeña isla situada en el centro de un lago (símbolo del ojo de la tierra), en la que se alza un enorme monolito (símbolo masculino de protección y vigilancia) con un grabado del plano de Atlantis, la capital del Imperio atlante. A sus pies, cinco bailarinas realizan una danzar ritual, mientras en el cielo luce una enorme luna llena (símbolo de encarnación de lo femenino.







EL SOL XIX: Se ha representado las míticas Columnas de Hércules (simbolizan la capacidad de juzgar, desafío, incertidumbre y miedo), que según la leyenda eran el límite del mundo conocido en la Antigüedad y que separaban el Mare Nostrum (el Mediterráneo) del Atlántico o Gran Mar. En el arcano podemos apreciar las dos columnas de piedra que se elevan en un pequeño arrecife situado en medio del mar. Entre ellas aparece el Sol y al fondo se divisa la costa.
Los antiguos Griegos denominaban así a las dos altas rocas que flanquean la entrada oriental del estrecho de Gibraltar. Según Platón, la Atlántida estaba más allá de las Columnas de Hércules, geográficamente representadas por el monte Calpe en Europa (Gibraltar) y el monte Abila en África (Ceuta).
La leyenda cuenta que la Atlántida fue sumergida en el océano a causa de una serie de desastres naturales que se sucedieron en un muy breve espacio de tiempo y que pusieron fin a toda su civilización.


EL JUICIO XX: Nos muestra uno de los posibles motivos de la desaparición de la Atlántida. En la lámina vemos a los atlantes huyendo despavoridos mientras un enorme volcán escupe lava y las columnas de los edificios se desploman a causa de un terremoto.







EL MUNDO XXI: Nos muestra un pergamino en el que hay grabado un mapamundi prehistórico. En él, los continentes todavía no se han separado del todo y un mar originario rodea toda la parte terrestre del planisferio y comienza a invadir la parte central.