miércoles, septiembre 30

TAROT DE LOS DRUIDAS

HISTORIA

El tarot de los Druidas se ha intentado resumir la mitología celta, por lo que los arcanos mayores se han subdividido en cinco ciclos: Mitológico (arcanos del I al X), que representan a los dioses irlandeses homólogos de las divinidades celtas; Heroico del Ulster (arcanos XI y XII); Histórico (arcanos XIII y XIV), que hace referencia a los antiguos reyes de Irlanda; Osiánico (arcanos del XV al XVIII), que evoca a los fianna (grupos guerreros de carácter iniciático), y, por último, el ciclo de aventuras (arcanos XIX y XX), que representa de forma cristianizada elementos relacionados con el paraíso celta. En cuanto a los arcanos menores, tan sólo exhiben dos peculiaridades: para representar el palo de bastos se ha utilizado el muérdago, planta sagrada de los druidas; mientras que para los oros se ha adoptado el Anguinum, talismán en forma de huevo que se creía formado por secreciones de serpiente.
Contrariamente a la creencia general, los druidas no fueron tan sólo sacerdotes, sino que formaban la clase intelectual de la sociedad celta. Aunque se desconoce su origen, ya que los druidas prefirieron difundir su sabiduría a través de colecciones de poesías y cantos que se transmitieron gracias a la tradición oral y que no fueron escritos hasta el comienzo de la Edad Media, se supone que el druidismo se inició en las islas británicas alrededor del año 1000 A.C. 
Sin embargo, sus ritos, basados principalmente en el ciclo lunar, entroncan con los de las antiguas diosas madre de todo el Mediterráneo. Ya en el 135 a. C. habían llamado la atención de Posidonio, quien nos dio una imagen idealizada del druida convirtiéndolo en una especie de filósofo al estilo griego. Posteriormente, tanto Julio Cesar como Plinio el Viejo los mencionaron en sus escritos.



SIMBOLOGIA DE LOS ARCANOS MAYORES


EL LOCO (0): Muestra a un hombre con larga barba blanca y apariencia de duende que se cubre con una túnica con capucha roja, emblema de firmeza e inmutabilidad. Está sentado en medio del mar sobre una roca golpeada por el agua y grabada con símbolos celtas, mientras se entretiene tocando la lira. A su alrededor, vemos un halcón (emblema solar y de virilidad), un salmón (tótem de la sabiduría) y un martín pescador. En su cinturón ciñe una espada de madera.
El primer druida que narró las crónicas de Irlanda y que personifica al Loco, llegó a Irlanda con el barco de Cessair (nieta de Noé), sobrevivió al diluvio y alcanzó los 5551 años. Poseía el don de transformarse en halcón, águila y salmón.


EL MAGO I: Nos presenta la imagen de un hombre de cabello y barba rojos sentado bajo un roble (árbol sagrado celta), en una especie de trono de piedra grabado con filigranas y cuya base es un tablero (emblema de la lucha entre la luz y la oscuridad). Porta un zurrón, luce un amplio sombrero y empuña un bastón de poder. A su alrededor hay cuatro animales: sobre su cabeza, un gallo (símbolo solar); a su derecha, un jabalí (tótem del héroe); y a su izquierda, una cabra (alegoría de fecundidad) y una tortuga (longevidad). 
El mago está encarnado por Lug, una de las principales divinidades celtas. Este dios-héroe solar común a todas las tribus celtas fue conocido por sus muchas habilidades y oficios.


LA SACERDOTISA II: Sentada en un gran trono de piedra, situado en medio de un prado y bajo un árbol de granadas, se nos presenta una mujer opulenta de cabello dorado y vestida con una túnica blanca que sustenta sobre su regazo un haz de trigo (símbolo de pureza y de riqueza espiritual). A su lado, y sobre el brazo del trono, aparece un conejo (encarnación de la fecundidad), mientras que a su alrededor estalla la naturaleza.
La sacerdotisa es Brig, encarnación de uno de los aspectos de Danu, la diosa de la fertilidad, el amor, el hogar y la inspiración.



LA EMPERATRIZ III: Muestra a una mujer musculosa de largo cabello rojizo, vestida con pieles y que lleva un casco con una cabeza de perro y una espada de guerrero sujeta a su cinturón, mientras toca la lira. Detrás de ella aparece un campo de trigo listo para la siega.
La emperatriz esta representada por Morrigan, la diosa de la guerra, la muerte, la destrucción y la venganza. Era patrona de los guerreros y con frecuencia aparece en el campo de batalla bajo la forma de un cuervo.




EL EMPERADOR IV: Personaje parecido algunos cómics, orondo, barrigón, de larga barba ensortijada de color rojo y con una gran nariz, luce un sombrero puntiagudo y lleva colgado un zurrón del que sobresale una pequeña arpa. Apoya su corpachón en un gran caldero profusamente decorado y de su cinturón cuelgan una cuchara de madera y una gran maza, atada por una cuerda (representa a la alquimia). Detrás de él se alza una colina en la que yacen varios cuerpos de enemigos y, en la cima, una fortaleza en ruinas (símbolo de lucha interior).
El emperador se encarna en Dagda, dios supremo del panteón irlandés, glotón y muy activo sexualmente, que poseía un arpa con la que controlaba las estaciones. Asimismo, con su maza podía provocar la muerte o devolver la vida.

EL PAPA V: Nos muestra a un joven vestido con una túnica gris con la mano derecha sujeta una vara de roble cubierta de muérdago (vara de poder), mientras que la mano izquierda reposa sobre una piedra cuadrada y decorada con motivos celtas (piedra filosofal). Frente a él, dos niños y una niña (encarnación del ternario divino) corren desnudos por el lecho de un arroyo (símbolo de vida). Tras él, una cerca de estacas (alegoría de protección) parece enmarcar un gran Sol (el espíritu).
El papa está representado por Dian Cecht, dios irlandés de la medicina y protector de las fuentes terapéuticas. Fabricó un brazo de plata para Nuadu, que así pudo recuperar el trono.


LOS ENAMORADOS VI: Muestra un paisaje paradisíaco con un lago (símbolo de la vida) y un frondoso bosque (representa a la madre naturaleza), al borde del cual se levanta una pequeña casa. La escena es atravesada por el vuelo de dos cisnes blancos (encarnación de entidades sobrenaturales), en los que van montados un joven de pelo rojizo y una joven de cabello dorado.
Los enamorados son Midir y Etain, cuenta la leyenda que la bella Etain se casó con el rey de Irlanda, pero el dios Midir la sedujo y se la llevó con él volando sobre bellos cisnes hasta la tierra de la juventud.



EL CARRO VII: Presenta a un guerrero con calzón a rayas, pectoral en forma de escudo redondo (símbolo solar), espesa barba rubia y casco de guerrero con dos cuernos (emblema de fecundidad y poder). Con una mano empuña una espada corta, mientras que con la otra intenta sujetar un carruaje tirado por dos caballos percherones (encarnación de las fuerzas instintivas duales), uno blanco y otro negro. El carruaje tiene ruedas, columnas y cubierta de madera en forma de tejadillo sobre el que hay extendidas unas pieles.
El carro está representado por Nuadu, rey de los tuatha de danann, que tuvo que renunciar a su soberanía al perder un brazo en una batalla. Recuperó su trono cuando Dian Cecht, le implantó un brazo de plata.

LA JUSTICIA VIII: Representa a un hombre panzudo de apariencia casi cavernícola, que lleva calzones rojos y cubre su cabeza y espalda con la piel de un león (símbolo de fuerza). De su lengua perforada prende una cadena en la que hay suspendidas cuatro personas diminutas. Con una de las manos agarra un gran garrote, mientras que con la otra sujeta una piedra con inscripciones (símbolo de sabiduría).
La justicia está representada por Ogma, el dios de la elocuencia y de la fuerza guerrera, similar al Hércules griego. Él fue el inventor del alfabeto celta.



EL ERMITAÑO IX: Es un enano jorobado, elemental de la tierra, de gran nariz, barba blanca y orejas puntiagudas que lleva una caperuza en forma de cono de color azul (poder creador espiritual). El personaje está trabajando en su forja golpeando con el martillo el filo candente de una espada. Desde lo alto de un tonel le observan dos cuervos (animal sagrado de la diosa Morrigan).
El ermitaño se representa con Goibniu, el dios herrero de los tuatha; su nombre deriva del vocablo celta para "herrero" señor de los artesanos, Goibniu forjaba las armas para la batalla.



LA RUEDA DE LA FORTUNA X: Muestra a una joven vestida con una túnica blanca y que lleva una caperuza puntiaguda sobre las doradas trenzas de su cabeza. Se encuentra de pie en el centro de un círculo de piedras ubicado en el claro de un espeso bosque. Formando parte del círculo, hay una piedra cuadrada (altar), una espada, un caldero y una lanza, es decir, los instrumentos mágicos que simbolizan los elementos, apuntando cada uno a un punto cardinal. En la mano sostiene una varita con la que señala hacia el suelo.
La rueda ha sido representado por Boadb, profetisa y diosa de la batalla.



LA FUERZA XI: Es un rey celta ataviado para la batalla, con peto, escudo, lanza corta y espada en el cinturón. Avanza por el campo de batalla protegiéndose con su escudo. Detrás de él se ven las negras siluetas de los contendientes.
La fuerza representa a Conchobar, este héroe-rey fue famoso por su fuerza y ecuanimidad.






EL COLGADO XII: Muestra a un guerrero vencido y atado a los pies de una estela celta. El héroe lleva un casco rematado con la cabeza de un dragón y un peto en metal dorado. A su lado, y caído en el suelo, aparece un escudo y revoloteando sobre él vemos un cuervo (advierte peligro).
El colgado es Cu Chulainn, arquetipo del paladín, fue armado caballero por el rey Conchobar y fue ayudado por Boadb, que se posó sobre su hombro a su muerte.





LA MUERTE XIII: Nos presenta un cortejo fúnebre en el que cuatro guerreros celtas armados transportan sobre sus escudos a un rey-guerrero muerto. Al fondo, un carruaje sobre un montículo de piedras parece esperar el cadáver (representa la vida después de la muerte).
La muerte representa Art Mac Cond fue un joven soberano de Irlanda al que Olg Aiche le predijo su muerte.





LA TEMPLANZA XIV: Se desarrolla en el interior de una cabaña celta de piedra, en ella aparece una joven madre de cabello dorado con su hijo en su regazo. Detrás de ella hay un trono tallado en madera sobre el que aparece una coraza y una capa, signos guerreros y de realeza.
La templanza se identifica con Achtan, la madre del futuro rey de Irlanda Cormad, que reconquistó la soberanía gracias a la sabiduría.





EL DIABLO XV: Nos presenta un campesino que realiza una ofrenda de cereales a la esfinge grabada en la pared de una gruta del dios Cernudos, señor del bosque, la fertilidad y las bestias. Éste aparece entre un ciervo y un jabalí y sostiene una serpiente en la mano. A sus pies, una mujer de cabello rubio deposita a un bebé.
El diablo representa a un gran guerrero Fin Mac Cumaill y mago al que instruyeron las druidesas en la magia de la naturaleza, fue el último rey fianna.





LA TORRE XVI: Se ha transformado en una torre de defensa adosada a una muralla, ambas incendiadas. Frente a ellas, un personaje grandullón de ceño fruncido, bigote, larga trenza roja y que viste calzones a cuadros lanza llamas por la nariz, mientras sostiene una copa en una mano y una especie de lira en la otra.
La torre se identifica con Aillen Mac Midhna, era un músico demoníaco que adormecía con el sonido de su instrumento para después incendiar, año tras año, el palacio de los reyes de Irlanda.




LA ESTRELLA XVII: Es una joven pelirroja y vestida de verde (color del conocimiento, la juventud y de la naturaleza) está arrodillada lavando su túnica roja (la materia). Junto a ella, aparecen un caldero, una cesta de mimbre y un jarrón. Se produce en un acantilado en el que vuelan las gaviotas.
La estrella es Gráinne, la joven princesa; el anciano rey Fin decidió casarla contra el deseo de los dioses, por lo que éstos le castigaron dando el amor de la muchacha a Diarmud, amigo y guerrero fiel del rey.




LA LUNA XVIII: Muestra un ciervo (símbolo del crecimiento y la muerte) de hermosa cornamenta que lleva sobre su grupa a un niño con una caperuza (símbolo mental y creativo). Ambos, criatura y animal, miran absortos a la redonda luna llena del cielo (la magia y lo femenino) desde un prado donde se pueden ver algunas estelas funerarias en las que hay incrustadas calaveras (representanción del germen de la vida).
La luna recibe el nombre de Oisin deriva del vocablo os, que significa "ciervo" y en las leyendas aparece como la manifestación de las fuerzas mágicas de la luna, fue el último superviviente de los fianna.


EL SOL XIX: Muestra a un guerrero irlandés de bigote y cabello tonsurado y pelirrojo. Aparece vestido para la batalla y sentado en una piedra dentro de lo que podría ser un círculo megalítico. En la mano sostiene una rama de plata de la que cuelgan frutos del mismo metal, y a sus pies aparece una jarra y un tazón.
El sol, príncipe irlandés, Bran Mac Febal, un día se adormeció al son de una extraña música y al despertar encontró una rama de manzano de plata. A instancias de una diosa, partió hacia el mar en busca de las islas afortunadas donde crecía tan exótico fruto.



EL JUICIO XX: Aparece un dios celta con casco de guerrero alado (símbolo de su capacidad de volar y del poder creador de su mente) que blande su espada. Se encuentra sobre un carruaje que tiene como cuerpo una concha marina y como tiro un par de caballos con cola de pez. Bajo su montura, se abre el ancho mar, en el que navega una pequeña barcaza de remos con cinco hombres a bordo.






EL MUNDO XXI: Nos muestra un mapa de Irlanda, la antigua Eriu. La isla se encuentra rodeada por sus cuatros animales totémicos: la cabra montés (símbolo fecundidad); el jabalí (símbolo combatividad); el oso (símbolo protector de los guerreros) y el cuervo (símbolo de inteligencia).
El mundo es Eriu, era la tierra mítica de Irlanda donde los tuatha se convirtieron en hadas, duendes y dioses.